La mirada que se va

tener la gentileza de mirar a los ojos antes de decir adiós
pero la condena de una soledad que no sabe llorar

tener pupilas como dos huecos en un reloj de arena
manchado con sangre

querer arrancarse los ojos como Edipo
y sobrevivir a la mirada que se va

arritmia entonces la garganta al silencio
para asir los barrotes de la prisión perpetua

¿quién nos trajo hasta los confines
donde las flores asfixian a los ciegos
donde el amor se pudre en su espera
y nuestras manos se ciñen
para arrojar los restos de una noche al fuego?

el murmullo del viento
en el pequeño jardín que ha crecido en la terraza
no sabe del pasado cuando garua sobre su cuerpo

el presente
tiene las raicillas invisibles de la soledad
como único puente a las fronteras

la salida entonces es decir adiós
y arrojarse al magma de un espejo sin rostro
donde cada noche ensaya la noche su olvidar.

El sistema nos está comiendo

como si fuéramos pedazos de carne
el sistema nos devora
con sus discursos

al menos que
hagamos algo
compañera

como volar lejos de sus bocas
como armar cuerpos con otras
como enunciar colectivamente el dolor
de estar siendo masticadas
por la mandíbula
de una verdad.

La sinceridad no tiene nada que ver con la direccionalidad del disparo

Acá subo una edición digital de "La sinceridad no tiene nada que ver con la direccionalidad del disparo". Plaqueta de poesía publicada por Proyecto Editorial Itinerante en la ciudad de Mendoza por el 2014.

https://issuu.com/proyectoeditorialitinerante/docs/juan_fou_digital


Mensaje de texto a un contacto desconocido

el sueño imprime un manto frío
en la astucia de haber sabido elegir
la soga cuya rienda se suelta
y poseer la virtud de dejarnos ir