Nadie sabe

Nadie sabe quién
acudirá a leer los versos que nos compusieron
en tiempos, quién recogerá los escombros de los ruinosos ritmos
que somos, e intentará comprendernos como don de sombra…
Nadie sabe quién
acudirá a la inmensa vanidad de querer decir algo
y por el sabor del descubrimiento velado, desgarrar con las palabras,
en un plano que su dinamismo corrompe;
y las imágenes, los cuadros,
las fotografías que en un juego de luz revelan
una profundidad que los signos carecen.
Nadie sabe quién
si el intercambio relacional de fuerzas que se oponen
se queda corto y retroalimentan con líneas óseas
y fugas sanguíneas.
Lo desperdigado entonces
quién lo recogerá
como un manojo de tierra
quién lo tirará sobre la fosa.

Mi delicadeza

Mi delicadeza tiene peste de años.
Lo noto en el ritmo de mi respiración en la montaña.

Un ataque localizado al corazón.
La sangre misteriosa del Edén.

Estoy perdido entre la superficie estriada
y el fuego de las infinitas formas que todo lo come…

Crecer es morir

Para nosotros, crecer es morir.
Hoy
dejo morir algo mío
en el desierto
y me pregunto,
…quiénes?
…qué?

La poesía le duele

La poesía le duele
¿por qué le duele tanto
la poesía…
La policía sospecha
¿por qué sospecha tanto
la policía…
¿qué tiene la poesía
que sospechan tanto de ella…
¿tiene armas
¿filo
¿viento
Lo que más le duele
de la poesía
es que no atisba al silencio
sino al aullido,
el aullido.
Lo más sospechoso
de la poesía
es que acciona
con el arte del silencio
el silencio.