Un ángulo capcioso
cernido por la luz
de
vestigio
se vuelve
recuerdo
insoluble.
Memoria de instantes
que pierde sus bordes
estando
en la
carpa,
un sueño arácnido
se
infiltra
como un
hilo
de hormigas rojas
y corrompe
la
tranquilidad.
Tejedoras de orillas
prenden
fuego
los
papeles,
el barco carguero
permanece
intacto,
espera
la señal
del puerto
para
volver.
Nuestro mar
plagado
de
líneas,
parábolas
anónimas
que parafrasean
al silencio
hoy
nos toca
vivir.