Estamos
envueltos / en sábanas blancas
que no nos
enfrascan / en ningún
lugar.
Me miras y
te escondes / atrás
del pliegue
mañanero / mientras yo
siento / la
luz epidérmica. //
Nadie
vendrá a golpear la puerta / y eso
nos vuelve
eternos. Entonces
nos
contamos sueños
de ayer y
mañana.
Los vicios
y los miedos
entregados
a la tierra / como cadáveres de un libro,
somos polvo
/ con el tiempo.