Somos en
recuerdos
la sombra
anónima
que deja la
puerta
nadie entra
ni se ha ido
realmente
ido
de los cuartos
somos mutantes
donde
escribimos
como un
condenado
como un
culpable
como un
dios
como un
mero hombre
a punto de
morir en su amor
pero no nos cansamos endebles
como el
sonido de una hoja
encendiéndose
bólido
en el fuego
luz
de una nada
que se pierde
innominable
tristeza
que volverá
a lo verso