Una vez más lo encuentro

No saber más quién escribe,
ni a quién.

Una vez más lo encuentro
en la familiaridad
el desenfreno el referendo
y por todas esas influencias
buenas y malas
que el ambiente propicia
escribe en vibro y aún desafino
es que su canto huérfano
continuamente renace
en la escucha aprendiz
del apego al desapego
de las cosas que ama
para como pluma sin plumaje
en soledad deletrear
las huellas de pasos en el aire
porque la hoja
se torna un torno de luz
en un instante
cuando caen atentos los ojos
o cuencos del oído
de la parva en revuelo
y como una locura lúcida
traza tatuajes de pavos reales
            deletreables
en el fondo frondoso de una selva
que aturde con su nombre
y en camuflaje de guerra
como serpiente oriental
casca con su cascabel
a las tensiones del mundo
y emerge en la lengua
al ras de un beso endemoniado
un jardín plagiado
de dioses moribundos.