Horas desveladas

¿Qué se yo para qué escribimos poesía? Pero no podemos parar. Todos tenemos algo con lo que no podemos parar. ¿Será nuestra manera de respirar en la noche cerrada del mundo? ¿Será para no morir de dolor?

Horas desveladas, en que algunos duermen con la ventana abierta y sueñan mientras otros leemos líneas absurdas que intentan abrir la ventana del sueño en la vigilia.